¿Qué es el sarro y cómo evitarlo?
¿Qué es el sarro y cómo evitarlo?

El sarro dental es un endurecimiento de la placa bacteriana sobre el esmalte producto de la mineralización. Normalmente, tiene un aspecto marrón o amarillento que afea la estética de la sonrisa. No solo eso, sino que dada su textura rígida y porosa propicia otros problemas bucales.
Dicho padecimiento, también denominado tártaro o cálculo, se crea al no retirar correctamente las bacterias dentales. Una vez se calcifican, se convierte en la superficie perfecta para alojar más placa. Por eso, debes aprender a frenar este círculo vicioso evitando que se propague.
Consecuencias del sarro dental
Has de saber que el sarro se aferra con mucha fuerza a las paredes de dientes y encías. Si esta se aprecia superficialmente en ambas regiones, se le denomina supragingival. En cambio, si se ha expandido hasta la zona interna de la encía se le conoce como subgingival.
Las dos clases de cálculo permanecen en la boca intensificando los efectos de la placa bacteriana. También es capaz de agravar o aflorar enfermedades diversas. Eso sin contar con el desmejoramiento de la estética bucal.
- Halitosis: mal aliento constante como consecuencia de bacterias generadoras de sulfatos.
- Caries: pérdida de zonas del esmalte donde se acumulan patógenos que dañan el diente o los nervios.
- Gingivitis: irritación, inflamación y enrojecimiento de la encía.
- Periodontitis: agravamiento de la gingivitis debido a cúmulos de sarro en la parte no visible de las encías.
Evita su aparición
Seguro que no quieres sufrir la sensación de suciedad o el consecuente dolor que ocasiona el sarro. Tampoco ver como tus dientes se llenan de feas manchas difíciles de retirar. Por fortuna, haciendo algunos cambios en tus costumbres puedes controlar su aparición o progreso.
Buena higiene bucal
Por más obvio que parezca, tener una buena rutina de cepillado frena su entrada en los dientes. Esto implica realizarlo con frecuencia, al menos 3 veces al día. Además, debes utilizar un dentífrico que combata la proliferación de placa o biofilm.
A este respecto, la mayor parte de tales productos integran flúor que contrarresta las bacterias. Otras prácticas, como el uso del enjuague bucal también ayuda. Por supuesto, sin dejar de lado la utilización de hilo dental. De esta forma, la placa no se estancará entre los dientes. Una zona de por sí complicada de limpiar.
Controlar lo que comes
Debes entender que ciertos alimentos con un PH elevado debilitan el esmalte. Estando desprotegido el diente, es más propenso a ser atacado por el tártaro o cálculo. Entonces, trata de no consumir demasiados cítricos, zumos, dulces o gaseosas.
Y si los ingieres, no olvides cepillar tu boca antes y después para que no queden restos. Igualmente, recuerda que algunos remedios caseros son demasiado agresivos con el esmalte. Un ejemplo clásico es el uso del bicarbonato para cepillarse. Al final, resulta tan abrasivo que termina empeorando la situación.
¿Cómo tratarlo?
Si ya presentas signos de tártaro en los dientes debes acudir al odontólogo. Esta capa porosa, dura y amarillenta no se irá con simple cepillado. Únicamente por medio de una limpieza o raspado radicular puede eliminarse. El dentista optará por una u otra dependiendo de la extensión.
Puede recomendarte una limpieza general, un tratamiento indoloro y breve. O si sufres de periodontitis, quizás aconseje un raspado profundo con anestesia. Así desaparecerá el exceso de cálculo alojado en la encía. No hacerlo podría desencadenar una desaparición progresiva de hueso.
Siendo así, la cirugía periodontal sería imperativa para conservar la salud oral. Claro está, no tienes por qué permitir que este padecimiento se agrave tanto. Seguir los consejos de cuidado dental y visitar a nuestro dentista en Friol (Lugo) es la mejor forma de evadir el sarro.