¿Qué son las muelas del juicio? ¿Sirven para algo?

¿Qué son las muelas del juicio? ¿Sirven para algo?

muelas del juicio

Estas muelas del juicio tan famosas son una herencia de un pasado evolutivo muy distante. De hecho, son las últimas en erupcionar en los arcos dentales y la mayoría de personas tienes dudas respecto a qué son, para qué sirven y si es cierto que siempre deben ser extraídas.  

¿Cuándo aparecen?

Las muelas del juicio normalmente erupcionan en la mandíbula entre los 18 y los 25 años de edad, un período comúnmente conocido como la «edad del juicio», de la cual proviene el nombre popular de los terceros molares.

Aunque hay que destacar que hay casos en los que pueden aparecer bastante tarde, a algunos pacientes les salen después de los 40 años, y otros casos en los que permanecen incrustadas en el hueso o la encía.

¿Para qué sirven?

Es muy sencillo responder esta pregunta: las muelas del juicio no sirven para nada. Ciertamente, son un legado anatómico del hombre primitivo, cuando eran esenciales para hacer frente a un tipo de dieta basada en carne cruda y alimentos muy duros.

Sin embargo, ya no realizan ninguna función masticatoria o estética, gracias a que con los tiempos modernos, la cocción de los alimentos y la evolución humana, las mandíbulas se han hecho más pequeñas pero el número de dientes no ha cambiado, por este motivo la mayoría de las veces no tienen suficiente espacio para erupcionar.

Esto hace que en algunas ocasiones sea necesario sacarlas, cuando permanecen atrapadas total o parcialmente en el interior de la encía. Aunque a veces existe la posibilidad de que no dañen los dientes vecinos y no causan problemas más allá de un dolor temporal.  

No hay que sacarlas siempre

En ocasiones, son sólo una fuente de problemas y molestias que requieren la intervención de un dentista para ser resueltos, pero esto no ocurre en el 100? los casos. Así que lo mejor es que el especialista nos realice un diagnóstico preciso.

Aunque su erupción puede ser algo muy molesto y doloroso para muchos, no es necesariamente un problema. Algunas personas ni se dan cuenta cuando salen. Sin embargo, puede suceder que su aparición esté acompañada de una infección u otros inconvenientes operativos o estéticos.

¿Cómo saber si nos están saliendo?

Básicamente, los síntomas son la hinchazón de las mejillas y el dolor con sangrado de las encías. Pero pueden aparecer otros indicadores molestos de que están en proceso de salir: dolor de cabeza y de oídos, molestia para masticar, incluso hasta mal aliento y dificultad para abrir la boca totalmente.  

Para controlar esto, generalmente bastará tomar un antiinflamatorio no esteroideo durante un periodo de 2 o 3 días. Pero si el dolor persiste y es muy severo, lo mejor que podemos hacer es visitar a nuestro dentista para considerar una posible una extracción y descartar otros problemas.

Cabe aclarar que si no presentan ningún tipo de problema y crecen sin hacer daño a la mandíbula, encía u otros dientes, no es necesario someternos a una cirugía de extracción de estas piezas dentales, así nos ahorramos ciertos riesgos y mucho dolor. 

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