¿Tienes un espolón en el pie? Te contamos todos los detalles
¿Tienes un espolón en el pie? Te contamos todos los detalles

Los espolones del talón son producidos por pequeños desgarros y áreas de inflamación que resultan en depósitos de calcio. Esto provoca dolor en los talones. Por lo general, se pueden tratar de forma tradicional, sin necesidad de una operación.
En este artículo te contamos más detalles acerca del espolón en el pie y todo lo que debes saber sobre sus causas y posibles tratamientos.
Espolón de pie: qué es y cuáles son sus causas
Es un crecimiento óseo en el talón que puede causar dolor al caminar. Puede desarrollarse si se usa tacones altos con frecuencia, si eres un atleta que corre mucho o salta, o si padeces fascitis plantar. Esta es una inflamación de la banda gruesa de tejido a lo largo de la planta del pie.
Si la inflamación de la fascia plantar se debe al estiramiento y desgarro repetidos del tejido, pueden desarrollarse depósitos calcificados en el hueso del talón. Esto es debido a la falta de protección y soporte del hueso. Estos depósitos de calcio son espolones calcáneos.
Causas del espolón del pie
La fascia plantar es la banda de tejido fibroso que sostiene el arco natural del pie, evitando su aplanamiento. Cuando este tejido se inflama, la fascitis plantar resultante causa dolor en el talón debido a pequeños desgarros en el área.
Estos desgarros no son naturales y las aberturas pueden provocar que se formen crecimientos en el hueso del talón.
El cuerpo intenta curar mediante la actividad fibroblástica. Esto libera osteoblastos al área, que terminan por generar crecimientos óseos.
Lo que causa el dolor y la inflamación en principio es la presión constante que se ejerce sobre los talones. Por eso, las mujeres que usan tacones altos y los atletas que ejercen presión sobre sus talones con frecuencia son susceptibles a este problema.
Tratamiento
Los depósitos de calcio que forman los espolones calcáneos no se desprenderán ni disminuirán completamente por sí solos. Será necesario un tratamiento para eliminarlos por completo. Rara vez se requiere cirugía, solo en casos muy graves.
El reposo es el método principal como tratamiento. También pueden aplicarse simples compresas frías después de un ejercicio intenso o largas jornadas de pie.
Los tratamientos antinflamatorios, que incluyen cremas y bálsamos, pueden aliviar el dolor que comienza a irradiarse entre el talón y el arco. Los medicamentos simples de venta libre también ayudarán si el dolor se vuelve demasiado agudo.
Los estiramientos especializados y la fisioterapia básica también son muy útiles para reducir el dolor. Los ejercicios suaves se pueden implementar en una rutina después de episodios de dolor.
Incluso los estiramientos más efectivos para tratar este problema pueden realizarse en casa, como los estiramientos de pantorrillas y el simple rodar. Debe tenerse en cuenta que el ejercicio reducirá los síntomas, pero no tratará la causa real.
Lo mejor es evitar utilizar calzado muy ajustado, tacones incómodos, estar de pie durante muchas horas, entre otras medidas.
Se recomienda utilizar plantillas o calzado ortopédico para mayor comodidad.