Al igual que en verano, los pies necesitan un cuidado especial con la llegada del invierno. El frío y la lluvia son causantes de problemas en los pies si no se realizan los cuidados adecuados para protegerlos. Las altas temperaturas de frío hacen que los vasos sanguíneos se estrechen, lo que genera una poca nutrición de la piel haciendo que se vuelva seca y sensible.

Los tipos de lesiones en los pies más frecuentes durante el invierno son dermatitis, eccemas y sabañones. Para evitar padecer alguna de estas enfermedades es necesario mantenerlos bien protegidos, especialmente niños, ancianos y personas que practican algún deporte. A continuación, te dejamos algunos consejos para que los cuides:

• Hacer uso de calcetines o medias de fibra natural como lana o algodón, ya que mantienen los pies calientes permitiendo así una buena circulación.
• Utilizar calzados que permitan a los pies transpirar y no permanecer húmedos.
• No colocar directamente los pies sobre una fuente de calor como estufas. El cambio repentino de temperatura aumenta la posibilidad de contraer sabañón.
• Usar cremas para el cuidado diario de los pies que ayuden a evitar las grietas.
• Ocasionalmente dar masajes en los pies para mejorar la circulación, especialmente si se está por mucho tiempo sentado o de pie.
• Llevar siempre calzado con suela antideslizante para evitar una caída ante los suelos húmedos.
• Las prácticas de baños de pies alternando agua fría y agua tibia son una excelente opción. Es aconsejable para personas que realizan deporte o tienen problemas de circulación.

Tener un estilo de vida saludable y seguir una rutina de cuidado en los pies permite mantenerlos saludables y protegidos de cualquier enfermedad. Además, la visita al podólogo también es importante para evaluar el estado en el que se encuentran.

Cuidado de los zapatos 

El uso y cuidado diario de los zapatos es fundamental para la protección de los pies en la época de invierno. Tras llegar a casa y quitarte el calzado debes colocarlo sobre una fuente de calor para que se sequen. De esta forma, evitarás cualquier presencia de humedad en ellos. Si no haces esta rutina harás uso de los zapatos húmedos, lo cual puede ser perjudicial para tu salud. 

Las plantillas invernales son otra buena forma de proteger los pies del frío. Al igual que las bufandas, abrigos o chaquetas, las plantillas para los zapatos están hechas de lana para mantener la temperatura estable con el calzado.