Para todos aquellos que practican deportes con frecuencia o incluso se hacen llamar deportistas, es realmente importante prevenir y tratar las lesiones sufridas. Para conseguirlo con eficiencia, hay dos disciplinas médicas que caminan de la mano: la osteopatía y la fisioterapia.

Sabemos lo confuso que puede ser decidir a cuál de ambas especialidades recurrir con los problemas específicos que tiene cada paciente. Es por eso que hemos decidido elaborar un pequeño artículo que ayude a cualquier persona a comprender cuáles son sus principales diferencias y a cuál de ellas debe asistir según su necesidad.

¿En qué se diferencian?

La osteopatía es una ciencia holística que estudia las causas y los orígenes de antiguas lesiones y dolores crónicos y se ocupa de atender zonas de poca movilidad o que tienen bloqueos sustanciales. Su principal objetivo es integrar las esferas de salud del paciente que comprenden cada una de las partes de su cuerpo para alcanzar el bienestar.

Por otra parte, la fisioterapia genera una serie de prácticas con diferentes agentes físicos que tratan las lesiones y los dolores de manera terapéutica para reducir los dolores y recuperar la fuerza muscular.

Su principal diferencia es el método de diagnóstico que usan para determinar el tratamiento. En cuanto a la osteopatía, se estudian las esferas con observación y ciertos dispositivos que miden su energía. Por otra parte, la fisioterapia se centra más en trabajar el área lesionada para buscar recobrar su movilidad.

Igualmente, la frecuencia en los tratamientos es diferente. Mientras que en la fisioterapia pueden darse sesiones diarias de trabajo, en la osteopatía las sesiones suelen tener al menos 4 días de separación para estudiar y alcanzar los resultados, facilitando el estado de curación propio del organismo.

¿A cuál de los 2 especialistas debes asistir?

Si bien ambos especialistas tratan las lesiones, lo hacen de forma diferente y ambos tienen cierto nivel de comprobación y aval científico que apoya sus prácticas. En este sentido, depende del estilo y gustos de cada paciente decidir cómo va a afrontar sus lesiones y qué tipo de tratamientos desea recibir.