El Cepillo de dientes. Su origen y los tipos que puedes encontrar
El Cepillo de dientes. Su origen y los tipos que puedes encontrar

A pesar de ser un elemento de uso diario y continuo dentro de nuestra rutina de higiene diaria, la verdad es que pocos conocen el origen del cepillo de dientes y la amplia variedad de opciones que pueden encontrarse en el mercado.
Está claro que existen diferentes patologías y condiciones odontológicas. Por eso, desde hace décadas las grandes compañías creadoras de este tipo de productos han enfilado sus departamentos en crear uno adecuado para cada caso, de allí que veamos en los supermercados tantos y tan distintos.
El origen del cepillo de dientes
Como cualquier otro elemento de uso cotidiano, el cepillo de dientes como lo conocemos ha sufrido una gran cantidad de cambios desde su origen.
Si bien según la Asociación Dental Americana, el primero fue creado en China por la Corte Imperial en 1498, también hay evidencias que demuestran que alrededor del 3500 a.C en Egipto y Babilonia se utilizaba un implemento parecido, hecho a partir de una rama del árbol Salvadora Persica. De hecho, este se sigue utilizando dentro de la cultura musulmana.
Volviendo al invento chino, más parecido al que usamos ahora, estaba hecho en hueso al que se le cosían cerdas de origen animal (cerdos de las zonas montañosas). Gracias al comercio el nuevo implemento llegó a Europa, pero por la dureza el implemento no causó tanto furor.
En el viejo continente no fue hasta el siglo XVII que el cepillo de dientes empezó a ser utilizado por la realeza y las clases altas, pues su precio era muy elevado.
En 1938 fue desarrollado el primer cepillo con cerdas de nylon, tal como el que usamos en el presente, descartando para siempre las de origen animal.
Fue la Compañía DuPont, la encargada de este nuevo producto que fue bautizado bajo el nombre de Dr. West’s Miracle Tuft Toothbrush, que en español sería algo como cepillo de dientes con cerdas milagrosas del Dr. West.
Tipos de cepillos de dientes
Ahora que ya sabemos un poco más sobre la historia de este aliado en la higiene dental, es momento de conocer los diferentes tipos. Los cepillos de dientes se clasifican por su dureza, cantidad de cerdas, tratamiento o trabajo específico.
Hoy te los presentamos de la siguiente forma:
- Duros: De cerdas bastante rígidas, son recomendados para cuadros de buena salud dental y sin problemas de sensibilidad.
- Medios: Especial para pacientes que, aunque tengan bocas sanas, tienen cuadros de ligera sensibilidad, tanto en dientes como en encías.
- Suaves: Ideales para cuadros de gingivitis o periodontitis, así como en tratamientos o dolencias temporales que impidan el uso de cepillos de dureza media.
- Infantiles: Los niños gozan de elementos con mangos y cabezas mucho más pequeñas. Además, incluyen menor cantidad de cerdas.
- Post quirúrgicos: Suelen ser mucho más suaves, de modo que no vayan a interferir en el proceso de cicatrización.
- Ortodóncico: Como su nombre lo indica, son para tratamientos de ortodoncia, la hilera central suele tener las fibras cortas para facilitar la limpieza entre los alambres.
- Interproximales: Permiten eliminar el sarro que se acumula entre los espacios proximales. Puedes encontrarlos de diferente grosor, según tus necesidades.
- Periodontales: Incluyen solo 2 hileras de cerdas, suaves y con mayor separación entre ellas. Están especialmente recomendados para cuadros de gingivitis avanzada.
- Cepillos eléctricos: Trabajan con baterías y ofrecen tres movimientos: alternado vertical, horizontal y vibratorio. Puedes conseguirlos con diferentes cabezales y suelen garantizar una adecuada higiene.