Las enfermedades periodontales son aquellas que afectan a los tejidos que rodean a los dientes, como son principalmente el hueso y las encías. Son enfermedades inflamatorias crónicas que se localizan en toda la boca o en zonas concretas y que están asociadas, en muchos casos y entre otros factores, a bacterias.
Las bacterias son fundamentales para que la enfermedad se desarrolle y, sumadas a otros agentes predisponentes, determinarán que la gravedad de la enfermedad sea mayor o menor. Es un reto profesional y un factor crucial para el abordaje de la enfermedad identificar bien estos microorganismos, lo que permitirá establecer un buen diagnóstico.
Para ello, los profesionales nos ayudamos de los cultivos microbiológicos.
¿En qué consisten los cultivos microbiológicos?
Los cultivos microbiológicos, un análisis sencillo e indoloro, nos van a permitir establecer si existen bacterias específicas y/o en altas cantidades en la cavidad oral que provocan la destrucción de los tejidos que rodean a los dientes.
Es importante pautar esta prueba al inicio del tratamiento periodontal, para poder establecer un tratamiento antibiótico certero.
Para realizarla, a través de pequeñas puntas de papel estériles, se toma una muestra del líquido situado entre la encía y el diente, que es donde se alojan los microorganismos. Tomaremos muestras de distintos dientes, seis en concreto, que normalmente suelen ser los incisivos y los molares.
La muestra se envía, adecuadamente protegida, al laboratorio para su análisis por técnicos de PCR. En este análisis se establecerá si hay presencia de esas bacterias más agresivas y en qué cantidad.
Tratamiento antibiótico específico
Con el resultado del estudio microbiológico y en continua comunicación con el patólogo, pautaremos un tratamiento antibiótico específico que el paciente deberá tomar durante un ciclo que oscila entre una semana y diez días, en función del tipo de medicación que se administre.
Este tipo de estudios nos permiten determinar si las bacterias son la principal causa de la enfermedad periodontal. Una fuerte ventaja de ellos es que así administraremos el tratamiento antibiótico específico, con lo que se disminuye el riesgo de sobreexposición a los antibióticos y la posible aparición de resistencias a los mismos.
Un proceso que se desarrolla en distintos frentes
La mayoría de los microorganismos patógenos crecen encima de la placa bacteriana, esa placa que se acumula sobre los dientes cuando la higiene bucal no es adecuada. Por ello, una vez terminada la medicación antibiótica, se deberán tratar mecánicamente los depósitos de sarro y placa.
Para que el tratamiento tenga éxito es fundamental la corrección, cuando sea posible, de los otros factores desencadenantes, como puede ser el tabaco o las enfermedades sistémicas descontroladas. Además, es esencial enseñar a los pacientes cómo deben realizar una buena higiene oral en casa, acompañándolos siempre en este proceso para que puedan resolver dudas y ofreciéndoles el apoyo necesario para que su boca se mantenga sana.
Los cultivos permiten saber qué bacterias y en qué cantidad viven en la cavidad oral. Son de gran ayuda para que el odontólogo establezca si es preciso un tratamiento antibiótico y cuál sería el más adecuado.