Menopausia ¿influye esta etapa en las enfermedades que afectan a las encías?

La menopausia es un proceso biológico natural que marca el final de los ciclos menstruales. En esta etapa se producen múltiples cambios hormonales que pueden variar en cada mujer y afectar a distintos niveles.

Precisamente, uno de estos trastornos ocurre a nivel del metabolismo del hueso, pudiendo provocar una alteración —la osteoporosis— que guarda una estrecha relación con la periodontitis.


Osteoporosis y enfermedad periodontal

Las enfermedades periodontales son aquellas que afectan a los tejidos que rodean a los dientes: hueso, encía y ligamento. Tienen un origen infeccioso.

Durante la menopausia, la aparición de osteoporosis ocasiona una “pérdida de calidad” de los huesos.

La osteoporosis es una enfermedad en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea; así, los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor facilidad.

Sobre este hueso afectado por la osteoporosis, las bacterias que provocan la pérdida de hueso y encía proliferan de una forma más rápida y agresiva, por lo que la enfermedad periodontal se agrava.

Es por eso que durante la menopausia se incrementa la predisposición de la mujer a padecer periodontitis.


Factores de riesgo comunes

La enfermedad periodontal y la osteoporosis tienen factores de riesgo en común, por lo que mejorarlos o evitarlos nos ayudará a prevenir ambas enfermedades o a que el pronóstico en el tiempo sea más favorable.

La edad, los cambios hormonales, el déficit de vitamina D, el consumo de tabaco… son factores que desencadenan el progreso de estas patologías.

Y, si bien es cierto que algunos de ellos no podemos cambiarlos, hay otros sobre los que sí se puede intervenir.
Sobre estos debemos actuar para lograr una buena salud periodontal.

Una buena higiene oral, adaptada a la situación de la boca, disminuirá la acumulación de placa bacteriana y sarro.

Una dieta equilibrada, con un bajo consumo de hidratos de carbono y grasas saturadas, disminuirá la inflamación, influyendo de forma positiva en nuestro sistema inmune y, en consecuencia, mejorando la respuesta frente a las bacterias.


Una boca sana, clave para una vida saludable

El cuidado integral de la boca pasa por contar con una buena mordida y unos dientes alineados y sin ausencias ni caries, lo cual nos ayudará en el pronóstico de la enfermedad periodontal, facilitando una buena higiene oral y favoreciendo la absorción de las fuerzas masticatorias de forma correcta.

La principal causa de pérdida dental en la edad adulta es la enfermedad periodontal, y cada día tenemos más información acerca de cómo prevenirla.

Cuidar nuestros dientes para gozar de una buena salud oral es fundamental a lo largo de toda la vida y no debemos descuidarla en ningún momento.

Porque tener una buena salud oral se relaciona directamente con una buena salud general, lo que nos permitirá disfrutar de una mejor calidad de vida, que es el gran objetivo que todos perseguimos.


Tras la menopausia, muchas veces aparece la osteoporosis. Esta tiene varios factores de riesgo en común con la enfermedad periodontal, por lo que evitarlos nos ayudará a prevenir ambas patologías.